La primera jornada de octavos de final de la Eurocopa se cerró con un somnoliento encuentro entre Croacia y Portugal.
Ningún gol hasta el minuto 116 y ocasiones contadas con cuentagotas acabaron con la paciencia de más uno, tanto de los asistentes del partido como a los que lo veían desde casa.
La personificación del tedioso encuentro fue el hijo de Cristiano Ronaldo. Viendo a su padre la grada del Stade Bollaert-Delelis de Lens, ya no sabía cómo colocarse para distraerse del poco fútbol que había sobre el césped.
Fuente MSN